Es necesario tener el máximo cuidado, porque son los irrigadores insustituibles de la leche y un deterioro (una grieta, una infección), aunque sea mínimo, puede perjudicar el amamantamiento. Basta seguir unas pocas normas:
- No tocar nunca los pezones con las manos sin lavar.
- Limpiar el pezón con agua hervida justo antes y después de cada toma.
- Evitar someter al pezón a traumas violentos, especialmente desgarrones: cuando debéis apartar al niño, ha-cedlo dulcemente, poco a poco.
- Si el pezón está dolorido por irritaciones o por grietas, consultad al médico para solucionar lo más rápidamente posible el inconveniente.
- En espera de los consejos y de las prescripciones del médico, intentad poner el niño al pecho durante el menor tiempo posible (5-6 minutos como máximo) o no lo pongáis de ningún modo; podréis vaciar el pecho con un sacaleche y después suministrar la leche con una cucharilla.
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